Llevo ya 2 meses yendo todos los jueves a unas clases de salsa y bachata en mi barrio. Me costó animarme, aunque ya hacía mucho tiempo que quería ir con mi pareja a aprender o con mi amigas. Me daba un poco de apuro ir alli sola, pero una noche decidí que iba si o sí, aunque fuera con mi sombra.Y allí me planté (con mi sombra). Llegué puntual y estuve esperando un buen rato hasta que la clase comenzó, asi que me hice aun más amiga de mi móvil.
Los profesores eran increíbles y los chicos con los que bailé sonreían todo el tiempo y te hacían sentirte agusto en ese sitio, asi que le dije a la profesora que repetiría, ya que me había gustado mucho.
Y así ha sido, al principio solo me quedaba a salsa pero un día, un chico se acercó a hablar conmigo y me animó a quedarme también a bachata. ¿Porqué no? Y en el descanso estuvimos hablando y me fue presentando a la gente.
Los jueves por la noche volvía a casa con el alma cambiada, ya podía estar triste que nada más comenzar la clase se me olvidaban las penas y no paraba de sonreir.
La última clase, no fuimos muchos, pero me animaron a ir a las clases del profesor en el centro. Es una discoteca de salsa, bachata y merengue.
Tampoco fueron muchos a esa clase, y los que fueron... eran algo grandes (como dijo mi profe jejeje). asi que me tocó ayudarle a hacer los pasos y me sentí tremendamente bien. Notaba que confiaba en mi para realizar las figuras y que sabía que lo iba a realizar bien.
Luego nos fuimos a cenar, hasta que se incorporó la chica con la que habia quedado para bailar. Y los tres hablamos como personas completamente conocidas con un ambiente buenísimo de los que no te sientes extraña para nada.
Y lo más increíble fue al estar en la pista. Los chicos se acercan a ti y te sacan a bailar. Y según "la ley del baile", no te puedes negar a bailar, asi que... tienes que bailar (que es a lo que se va). Pues nada más llegar estaba con mi profe y unos relaciones amigos suyos, y me pidieron bailar ¡¡¡¡un merengue!!!! y luego el relaciones de mi profe... mi amiga riendo y animándome a perder la vergüenza.
El profe se fue muy pronto y nos quedamos solas, aunque en poco tiempo se añaden personas con las que bailas y sino estás bailando así que se pasa muy bien. Los chicos tienen una capacidad enorme para hacerte sentir que sabes bailar como una profesional, cuando solo sabes hacer 3 pasos y es gracias a ellos con lo que todo se disfruta mucho más y te anima a ir más veces.
Sin duda esto del baile es una experiencia preciosa, muy saludable y recomendable para todos. Yo en septiembre volveré con el grupo de mi barrio y poco a poco intentaré mejorar mis pasos para moverme como una sirena en el agua o como lo hacían algunas ayer.
Firmado,
La sirenita
