jueves, 26 de diciembre de 2013

Nuevo aparato nuevo forma de vida

El pasado 29 de noviembre me pusieron los brackets, lo que supuso un nuevo reto en mi vida y el enfrentarme a ciertos miedos que tenia. resulta que se me rompió un diente de leche y el definitivo está torcido 90 grados, así que me quitaron el premolar y van a intentar enderezar el diente de abajo.

Los primeros días estuve con ibuprofeno para calmar la presión y tomando calditos y batidos. Pasado el dolor  intenté comenzar a tomar cosas blandas pero más sólidas (purés, y luego merluza o jamón cocido).

El 11 de diciembre fui al hospital a que me hicieran una ventana quirúrgica en el diente que tengo torcido y por la tarde fui al dentista a que me pusieran el tornillo. Esta experiencia fue horrorosa. Con la anestesia no sientes nada solo notas la vibración del aparato contra tu diente, pero el dentista si que me hizo daño ( más que nada fue las formas con las que hacia las cosas ya se veia que no podía,  se debió estresar y la pagó conmigo). Se ve que hay que esperar 1 o 2 días a que no esté en carne viva la herida, porque yo no hacía más que sangrar y no podía trabajar. Además la lengua lo dificulta un poco más.

Tras esta intervención, otra vez volví a no poder tomar más que líquidos, hasta la semana pasada que la herida se estaba curando y ya podía empezar a tomar cosas blanditas.

El 27 regresé para que me ponga un alambre que va del botón a un diente y tire de él. Pero he tenido problemas con ello, se me soltó y me lo cambiaron de diente pero me seguía pinchando y tenía la lengua muy irritada. Así pues, cuando fui por segunda vez porque me pinchaba decidió adelantar al siguiente paso y me puso el alambre de gancho y con una goma me lo uno cada día al canino.

De momento con este nuevo método va bien, pero porque le dije que al final del gancho me pusieran una pasta para que no me hiciera más heridas. De momento hasta dentro de 2 meses no tengo que volver y el diente ya va asomando algo.

Firmado,

La sirenita