
Mujer de hielo sin sentimientos, sin compasión, que no quiere volver a sufrir y se hace más dura y malvada. Que la tristeza se apoderó de ella y bloqueó cualquier signo de sentimiento.
Y se da, en esa naturaleza tonta que tenemos los humanos de tropezar no dos, sino continuamente sobre la misma piedra, que vuelves a dar una oportunidad a la vida, y cuando estás otra vez al descubierto, vuelve a ocurrir y la capa de hielo se hace cada vez más gruesa, hasta que llegue el punto en que sea impenetrable, que nada ni nadie pueda ni por asomo acercarse a tu cuerpo a tu mente. Serás una mujer de hielo.
Firmado,
La sirenita