jueves, 30 de enero de 2014

Mujer de hielo

Suele pasar que cuando conoces a gente y te abres a los demás te vuelves más cercana y menos fría, todo es ideal en un principio, pero al final acaban haciéndote daño, quizá sin premeditación (otras veces si) y en la siguiente relación que aparezca en tu camino, tienes esa espinita que hace que te andes ya con cuidado poniendo distancia a ese posible vínculo para que eso no vuelva a suceder.

Mujer de hielo sin sentimientos, sin compasión, que no quiere volver a sufrir y se hace más dura y malvada. Que la tristeza se apoderó de ella y bloqueó cualquier signo de sentimiento. 

Y se da, en esa naturaleza tonta que tenemos los humanos de tropezar no dos, sino continuamente sobre la misma piedra, que vuelves a dar una oportunidad a la vida, y cuando estás otra vez al descubierto, vuelve a ocurrir y la capa de hielo se hace cada vez más gruesa, hasta que llegue el punto en que sea impenetrable, que nada ni nadie pueda ni por asomo acercarse a tu cuerpo a tu mente. Serás una mujer de hielo.

Firmado, 

La sirenita