¿De verdad te creías esos cuentos en los que encuentras a tu pareja y viviríais felices por siempre jamás? Que ingenua eres. No aprendes. Y por ello estás así.
Tengo la teoría de que las buenas personas son utilizadas y destruidas por aquellos con mal corazón o envidiosos, que no paran de hacer daño hasta acabar con la buena fe de los demás. Si eres buena persona, acabarás sufriendo, te usarán y harán daño. Y entonces yo me pregunto: ¿qué recompensa puede tener ser buena persona? Sinceramente, no le veo ninguna ventaja.
Estoy cansada de escuchar que tenga paciencia, que todo llega a su tiempo... y todas esas frases que nos quieren hacer creer que en un futuro todo va a ir bien. Pero... ¿qué me importa el futuro si no encuentro sentido a mi presente? ¿Para ilusionarme y luego volver a ser golpeada por la realidad? Basta ya de historias bonitas y mensajes de esperanza. No quiero engañarme más.
Otra de mis teorías es que no voy a ser capaz de tener felicidad con mi pareja. Que yo solo soy una herramienta para ayudar en su vida, y una vez esta haya mejorado... yo ya no sirvo. Y me alegro por ellos, de verdad, porque obtienen lo que quieren, pero lo que a mi persona se refiere... sufre.
Me gustaría comprobar como es ser una persona sin sentimientos, a quien no le afecten lo que le ocurra. No sentir dolor, tristeza, apego... Dura e indestructible.
También dicen que cuando me quiera a mi misma, entonces seré capaz de encontrar lo que quiero para mi. Pero... ¿como me voy a querer? ¿que razón habría para hacerlo? Es imposible.
"María nunca va a estar sola. María siempre va a tener a María". Quizá eso es lo que más temo.
Palabras con espacios
sábado, 17 de junio de 2017
martes, 14 de febrero de 2017
En un día como hoy...
Me declaro y declararé por siempre fan incondicional de Disney.
Yo quiero un hombre "normal" que acepte mis locuras, con el que me sienta protegida y segura y se ría de mis estupideces. Y que esa sonrisa me transmita tanta paz que la busque cada día. Quiero un hombre, que me mire y me desmonte. Que vea mis errores y no me castigue por ello sino que me ayude a mejorar como persona. Que poco a poco vayamos derritiendo la coraza de hielo forjada por dificultades vividas antiguamente y vayamos compartiendo más momentos en la vida del otro, a la vez que expresando nuestros sentimientos y pensamientos sin miedo. Un hombre un poco loco de la vida pero manteniendo la cordura, cariñoso e independiente. Que sea paciente (porque conmigo...paciencia va a necesitar para rato) y que quiera luchar por nuestro bien común. Un valiente que apueste por nosotros.
Otra cosa es que en realidad, las cosas no funcionan de la misma manera. No nos engañemos con príncipes engominados que van al rescate de la bella dama y hacen que su vida sea sacada del mundo de la piruleta. Si te das cuenta, el cuento se acaba cuando se casan, pero no sabemos todo lo que ocurre después.
En la vida real, no existen príncipes. Besarás ranas, muchas ranas. Y seguirán siendo eso, no esperes ningún cambio. Así que ¿y si en vez de idealizar lo que no vas a encontrar, asientas la cabeza y decides pensar lo que de verdad es prioritario para ti?
Tras mi historial experimentado, se lo que quiero:
Yo no busco superhéroes (¿hombres con capas y mallas ajustadas que por alguna extraña razón vuelan, trepan, o destruyen cosas? No gracias.) Tampoco príncipes (proyectos de hombre, viviendo a costa de otros en su mansión y que no saben lo que es la madurez y la cruda realidad).
Yo quiero un hombre "normal" que acepte mis locuras, con el que me sienta protegida y segura y se ría de mis estupideces. Y que esa sonrisa me transmita tanta paz que la busque cada día. Quiero un hombre, que me mire y me desmonte. Que vea mis errores y no me castigue por ello sino que me ayude a mejorar como persona. Que poco a poco vayamos derritiendo la coraza de hielo forjada por dificultades vividas antiguamente y vayamos compartiendo más momentos en la vida del otro, a la vez que expresando nuestros sentimientos y pensamientos sin miedo. Un hombre un poco loco de la vida pero manteniendo la cordura, cariñoso e independiente. Que sea paciente (porque conmigo...paciencia va a necesitar para rato) y que quiera luchar por nuestro bien común. Un valiente que apueste por nosotros.
domingo, 25 de diciembre de 2016
Entre el blanco y el negro... una gama de grises
¿Conoces esa sensación de no estar mal pero no tener esa energía o entusiasmo ante la vida? Y no es que me haya ocurrido nada malo: tengo trabajo, salud...No me ha tocado la lotería, bueno o eso supongo porque ni siquiera he tenido esa ilusión por comprobarlo. A esto me refiero, cosas que antes tenían más sentido para mí, ahora carecen de ello.
Echo la cuenta de hace cuanto no voy a bailar y me da pánico. Esa actividad que empecé a realizar 4 años atrás para alejarme de mis problemas y me daba la dosis de felicidad para evadirme y disfrutar sin más. ¿Y ahora? Sigue siendo mi pasión pero no encuentro las ganas.
Dejarse llevar por el día a día, con tanto que querer hacer y no tener las fuerzas para organizarse. Y así pasan las horas, los días y los meses y no hay evolución.
Estos días de vacaciones deberían ser para descansar, tomar decisiones, planificar y coger fuerza para lo que viene. Sin embargo, solo soy capaz de mirar la pantalla del ordenador y quedarme ahí, buscando cosas sin sentido o de importancia relativa.
Necesito encontrar mi dosis de energía, eso que recobre las ganas de luchar por lo que quiero y ser capaz de enfrentarme a las dificultades, sin miedo al futuro.
¿Vivir el presente? SI. Pero con la vista puesta en el futuro, priorizando en la vida y relativizando mis pensamientos oscuros.
Porque la mente puede ser tu mayor aliado o también el enemigo que te destruya.
Echo la cuenta de hace cuanto no voy a bailar y me da pánico. Esa actividad que empecé a realizar 4 años atrás para alejarme de mis problemas y me daba la dosis de felicidad para evadirme y disfrutar sin más. ¿Y ahora? Sigue siendo mi pasión pero no encuentro las ganas.
Dejarse llevar por el día a día, con tanto que querer hacer y no tener las fuerzas para organizarse. Y así pasan las horas, los días y los meses y no hay evolución.
Estos días de vacaciones deberían ser para descansar, tomar decisiones, planificar y coger fuerza para lo que viene. Sin embargo, solo soy capaz de mirar la pantalla del ordenador y quedarme ahí, buscando cosas sin sentido o de importancia relativa.
Necesito encontrar mi dosis de energía, eso que recobre las ganas de luchar por lo que quiero y ser capaz de enfrentarme a las dificultades, sin miedo al futuro.
¿Vivir el presente? SI. Pero con la vista puesta en el futuro, priorizando en la vida y relativizando mis pensamientos oscuros.
Porque la mente puede ser tu mayor aliado o también el enemigo que te destruya.
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Porque la vida no es ni perfecta ni horrible. Hay que saber ver las tonalidades ocultas |
jueves, 10 de noviembre de 2016
Aprendiendo de la vida

Por mucho que me esfuerce, no me doy cuenta que cada persona tiene sus planes, su vida, sus prioridades y tengo que saber encajar la posición que ocupo en cada uno, para no hacerme daño.
Al fin y al cabo, te tienes que preocupar más de tu felicidad que de hacer feliz a cualquier otra persona. Eso lo vas aprendiendo cuando más daño te hacen, por desgracia.
Lección aprendida:no des más de lo que recibes y obsequia con tu tiempo a aquellos que demuestran que lo valoran.
Modo gato. Ve a tu rollo. El mundo está lleno de personas que te van a decepcionar y tu vales más que eso.
Vive tu vida, disfruta los momentos que te regala y se feliz.
PD: lo bueno si breve, dos veces bueno.jueves, 4 de agosto de 2016
Superando miedos, mejorando como persona
Hace escasos días llegué de lo que ha sido toda una nueva experiencia que se ha guardado en mi interior.
He de decir que todo comenzó de la forma más loca, cuando una amiga me dijo medio en serio medio broma:" JMJ en Polonia, ¿vamos?" -¡Vamos! La emoción ya estaba sembrada.
Los días previos, tocaba realizar compras de última hora, preparar la maleta, volver a rehacerla ( en realidad no recuerdo la cantidad de veces que realicé este proceso). No se podía dejar ningún cabo suelto.
Y llegó el día del embarque. Primera prueba a superar. Separada de mis compañeras de aventura en el avión, con pastilla en mano (o en estómago más bien ya). Preparadas para la aventura.

Los días en Berlín fueron cortos pero muy intensos. Desde el comienzo en un hostal equivocado, con cervezas para encajar la situación a las 11 de la noche en un país extranjero. Luego también estaba equivocado el hotel reservado a la vuelta, lo que hizo de la primera noche, un momento insuperable de risas. A pesar de las equivocaciones, el nuevo lugar aunque más apartado del centro, tenía la estación a 2 minutos y además unos puestos de frutas espectaculares. "Muchas dichas" se resumen estos días. Muchas caminatas para conocer todos los rincones y muchas cervezas para hidratarse. Compaginamos ese kilo de patatas cocidas del supermercado imposible de tomar más de dos cucharadas con comida india. Me dio pena que el muro artístico estuviera cubierto con vallas, porque impedía realizar bien las fotos con los archiconocidas pinturas.
Cogimos un Polskibus junto con otros compañeros, que nos llevara a Wroclaw (no se pronunciarlo), donde pasamos la noche. Yo con la maleta rota y resonando a las 12 de la noche como una barra de metal arrastrada por el suelo. Dormimos todos como buenos hermanos en una habitación y a la mañana siguiente, después de desayunar como reyes por 2 euros, nos reunimos con el resto del grupo que había llegado de madrugada. Esta parte del grupo que se añadía era prácticamente desconocida. Solo había visto, que ni siquiera hablado, a algunos en una reunión previa al viaje y a otros muchos, ni eso.
Cogimos un bus para estar los días de diócesis en un pueblo llamado Bielawa. Todavía no sabíamos si íbamos a dormir en la parroquia o nos acogerían familias. Ya desde el primer momento fue todo acogido y servicio por el prójimo. Al final, Dios provee y nos dividimos en familias.
Todas eran tremendamente entrañables y daban todo de ellos. La mía en concreto, era insuperable. No pude tener más suerte. Nada más vernos, nos recibió nuestra mamá polaca con un pedazo abrazo que de esos que dejan huella en tu interior. Yola, nuestra mamá no hablaba inglés, pero gracias a nuestras magníficas hermanas gemelas, que la traducían todo, nos podíamos comunicar. Si no, siempre quedaba el idioma internacional: una sonrisa. Todas las palabras que diga sobre lo afortunadas que fuimos al estar en su casa se quedan cortas. Me sentí como una más, con ganas de pasar tiempo con ellos. Teníamos que tener cuidado porque era tanto su esfuerzo por agradarnos en todo, que cualquier cosa que comentabas que tomabas en España te lo compraban para que te sintieras como en casa. Y así fue.
Pero además todos los voluntarios, que raro era si alguno superaba la mayoría de edad, se desvivieron por nosotros. Nos tenían preparados un montón de actividades y en cada lugar de visita contábamos con bebida, fruta y pasteles típicos. Empezaron a crecer también grandes vínculos de amistad. Es increíble cómo con todo lo que hacían por nosotros, bastaba con una simple palabra en polaco para que ellos fueran felices. No estaba compensado esto: un montón de cariño por un simple"prosze".
En Chrzanów, el Toledo de Cracovia (impronunciable como todos) también fuimos acogidos en familias. Otra providencia: de pensar tener que dormir en el suelo 12 días, al final solo es 1. El transporte para llegar a Cracovia era un poco caótico, pero una vez en el parque donde se realizaban los actos se te olvidaba todo ese mal sufrido debido al buen ambiente que se vivía allí con la multitud de peregrinos llegados de todas partes. Una vez más, los voluntarios obtenían el broche de oro, facilitándonos la estancia en su parroquia y acompañándonos a los lugares. La visita de Francisco, que pasara a escasos metros de donde estábamos sin planearlo... sin palabras. Tuvimos que andar durante horas bajo pleno sol, incluso con heridas, sin comer... pero sin ninguna duda, mereció la pena. Pedid y se os dará: esas casualidades de desear lluvia y chaparrón a la vista, o encontrarte de imprevisto con las personas que habías vivido los días previos y que pensabas que ya no verías. Y como estas, muchas otras "coincidencias".
Me siento muy agradecida por este viaje, por cada una de las personas con las que he compartido esta locura ( no pongo nombres porque entonces se convertiría casi en libro por su extensión) . Me llevo muchos recuerdos, los más básicos como una sonrisa, un abrazo o un beso inesperado son los que llenan mi alma de una bendición infinita. No podría dejar de dar gracias por las palabras y consejos recibidos, incluso de personas conocidas en este viaje y que han dejado huella en mi. Por la familia que hemos formado. Llegamos siendo dos grupos desconocidos y con los días sentí como nos convertíamos en uno solo: GUAFA. Compartiendo momentos y risas como con total complicidad (como el beso-placaje, el cual me voy a entrenar para la próxima vez ser como las magníficas luchadoras )
Little Twins, I have said it to you several times: I really appreciate everything you've done for us, all the love received. From the first hug to the blessing recieved from our polish mum last day. There are no words to describe how lucky we were to meet you. You now that you are really welcome to visit m
Madrid, that you have 3 houses waiting for ou. You can count wit me wherever you need, as an older sister. I hope God always bless you and never fail to be so incredible and charming as you are. I had seen God through you and i have felt very loved.
He de decir que todo comenzó de la forma más loca, cuando una amiga me dijo medio en serio medio broma:" JMJ en Polonia, ¿vamos?" -¡Vamos! La emoción ya estaba sembrada.
Los días previos, tocaba realizar compras de última hora, preparar la maleta, volver a rehacerla ( en realidad no recuerdo la cantidad de veces que realicé este proceso). No se podía dejar ningún cabo suelto.
Y llegó el día del embarque. Primera prueba a superar. Separada de mis compañeras de aventura en el avión, con pastilla en mano (o en estómago más bien ya). Preparadas para la aventura.

Los días en Berlín fueron cortos pero muy intensos. Desde el comienzo en un hostal equivocado, con cervezas para encajar la situación a las 11 de la noche en un país extranjero. Luego también estaba equivocado el hotel reservado a la vuelta, lo que hizo de la primera noche, un momento insuperable de risas. A pesar de las equivocaciones, el nuevo lugar aunque más apartado del centro, tenía la estación a 2 minutos y además unos puestos de frutas espectaculares. "Muchas dichas" se resumen estos días. Muchas caminatas para conocer todos los rincones y muchas cervezas para hidratarse. Compaginamos ese kilo de patatas cocidas del supermercado imposible de tomar más de dos cucharadas con comida india. Me dio pena que el muro artístico estuviera cubierto con vallas, porque impedía realizar bien las fotos con los archiconocidas pinturas.
Cogimos un Polskibus junto con otros compañeros, que nos llevara a Wroclaw (no se pronunciarlo), donde pasamos la noche. Yo con la maleta rota y resonando a las 12 de la noche como una barra de metal arrastrada por el suelo. Dormimos todos como buenos hermanos en una habitación y a la mañana siguiente, después de desayunar como reyes por 2 euros, nos reunimos con el resto del grupo que había llegado de madrugada. Esta parte del grupo que se añadía era prácticamente desconocida. Solo había visto, que ni siquiera hablado, a algunos en una reunión previa al viaje y a otros muchos, ni eso.
Cogimos un bus para estar los días de diócesis en un pueblo llamado Bielawa. Todavía no sabíamos si íbamos a dormir en la parroquia o nos acogerían familias. Ya desde el primer momento fue todo acogido y servicio por el prójimo. Al final, Dios provee y nos dividimos en familias.
Todas eran tremendamente entrañables y daban todo de ellos. La mía en concreto, era insuperable. No pude tener más suerte. Nada más vernos, nos recibió nuestra mamá polaca con un pedazo abrazo que de esos que dejan huella en tu interior. Yola, nuestra mamá no hablaba inglés, pero gracias a nuestras magníficas hermanas gemelas, que la traducían todo, nos podíamos comunicar. Si no, siempre quedaba el idioma internacional: una sonrisa. Todas las palabras que diga sobre lo afortunadas que fuimos al estar en su casa se quedan cortas. Me sentí como una más, con ganas de pasar tiempo con ellos. Teníamos que tener cuidado porque era tanto su esfuerzo por agradarnos en todo, que cualquier cosa que comentabas que tomabas en España te lo compraban para que te sintieras como en casa. Y así fue.
Pero además todos los voluntarios, que raro era si alguno superaba la mayoría de edad, se desvivieron por nosotros. Nos tenían preparados un montón de actividades y en cada lugar de visita contábamos con bebida, fruta y pasteles típicos. Empezaron a crecer también grandes vínculos de amistad. Es increíble cómo con todo lo que hacían por nosotros, bastaba con una simple palabra en polaco para que ellos fueran felices. No estaba compensado esto: un montón de cariño por un simple"prosze".
En Chrzanów, el Toledo de Cracovia (impronunciable como todos) también fuimos acogidos en familias. Otra providencia: de pensar tener que dormir en el suelo 12 días, al final solo es 1. El transporte para llegar a Cracovia era un poco caótico, pero una vez en el parque donde se realizaban los actos se te olvidaba todo ese mal sufrido debido al buen ambiente que se vivía allí con la multitud de peregrinos llegados de todas partes. Una vez más, los voluntarios obtenían el broche de oro, facilitándonos la estancia en su parroquia y acompañándonos a los lugares. La visita de Francisco, que pasara a escasos metros de donde estábamos sin planearlo... sin palabras. Tuvimos que andar durante horas bajo pleno sol, incluso con heridas, sin comer... pero sin ninguna duda, mereció la pena. Pedid y se os dará: esas casualidades de desear lluvia y chaparrón a la vista, o encontrarte de imprevisto con las personas que habías vivido los días previos y que pensabas que ya no verías. Y como estas, muchas otras "coincidencias".
Resumen de la crónica
Me siento muy agradecida por este viaje, por cada una de las personas con las que he compartido esta locura ( no pongo nombres porque entonces se convertiría casi en libro por su extensión) . Me llevo muchos recuerdos, los más básicos como una sonrisa, un abrazo o un beso inesperado son los que llenan mi alma de una bendición infinita. No podría dejar de dar gracias por las palabras y consejos recibidos, incluso de personas conocidas en este viaje y que han dejado huella en mi. Por la familia que hemos formado. Llegamos siendo dos grupos desconocidos y con los días sentí como nos convertíamos en uno solo: GUAFA. Compartiendo momentos y risas como con total complicidad (como el beso-placaje, el cual me voy a entrenar para la próxima vez ser como las magníficas luchadoras )Little Twins, I have said it to you several times: I really appreciate everything you've done for us, all the love received. From the first hug to the blessing recieved from our polish mum last day. There are no words to describe how lucky we were to meet you. You now that you are really welcome to visit m
Madrid, that you have 3 houses waiting for ou. You can count wit me wherever you need, as an older sister. I hope God always bless you and never fail to be so incredible and charming as you are. I had seen God through you and i have felt very loved.
martes, 28 de junio de 2016
¡Sonríe, que la vida es corta!
El pasado lunes me quitaron, después de más de dos años y medio, los engorrosos brackets.
Todavía recuerdo cómo salia ese 29 de Noviembre de 2013 del dentista, con la sonrisa perdida.
Me ha costado habituarme a ellos, más aún en eventos sociales como cenas o salidas. En las fotos no salia sonriendo, porque a pesar de llevar brackets estéticos, gracias a la labor del dentista al ponerme gomas y demás artilugios metálicos, lo estético que pudiese haber, se había perdido.
Y llegó el gran día: 20 de junio. Después de pos-ponerlo varias veces por exámenes e incompatibilidad de horarios, tenía cita inamovible para devolverme la sonrisa. Tras casi dos horas de intervención salía por la puerta. Creo que es de las pocas veces que puedes decir que sales sonriendo del dentista.
¡Qué bien me encuentro ahora! A pesar de no haber terminado el tratamiento y mantener algo de hierro en mi boca...¡pero nada comparable con el robot que parecía que me había tragado!
Vuelvo a recuperar los hábitos y confianza de antes. Ya no tengo que colocar la mano cuando me río por vergüenza o por el dichoso qué dirán que tanto nos persigue.
Muchos no lo notarán, o dirán que veían algo diferente pero no sabían qué era. Bien, aunque solo sea por el factor de que sonrío a ton ni son... eso ya es una gran diferencia a notar.
Ahora puedo sonreír con total libertad. Y lo hago, aunque no siempre las cosas vayan bien, pero con una sonrisa... se pasa mejor.
Todavía recuerdo cómo salia ese 29 de Noviembre de 2013 del dentista, con la sonrisa perdida.
Me ha costado habituarme a ellos, más aún en eventos sociales como cenas o salidas. En las fotos no salia sonriendo, porque a pesar de llevar brackets estéticos, gracias a la labor del dentista al ponerme gomas y demás artilugios metálicos, lo estético que pudiese haber, se había perdido.
Y llegó el gran día: 20 de junio. Después de pos-ponerlo varias veces por exámenes e incompatibilidad de horarios, tenía cita inamovible para devolverme la sonrisa. Tras casi dos horas de intervención salía por la puerta. Creo que es de las pocas veces que puedes decir que sales sonriendo del dentista.
¡Qué bien me encuentro ahora! A pesar de no haber terminado el tratamiento y mantener algo de hierro en mi boca...¡pero nada comparable con el robot que parecía que me había tragado!

Muchos no lo notarán, o dirán que veían algo diferente pero no sabían qué era. Bien, aunque solo sea por el factor de que sonrío a ton ni son... eso ya es una gran diferencia a notar.
Ahora puedo sonreír con total libertad. Y lo hago, aunque no siempre las cosas vayan bien, pero con una sonrisa... se pasa mejor.
¡SONRÍE A LA VIDA!
martes, 21 de junio de 2016
Marwan: cantante, poeta y muy humano
Te descubrí por casualidad, un amigo me enganchó (como si de una droga se tratara) a sus canciones, luego vino el libro y como colofón final, su magnífico concierto. Una sucesión de acontecimientos que hicieron que sin compañía alguna me pusiera en una fila algo crecidita para poder estar delante de ti unos minutos. Suficiente para alegrarme el día y la semana.
Mi sorpresa fue, que no solo me hallé frente a ese cantante-poeta que tanto me maravilla, sino también con una persona con unos valores humanos difíciles de encontrar en nuestra sociedad y terriblemente cercano.
Estaba yo inmersa en mi mundo, leyendo unos de tus libros que escasos minutos había comprado junto con otro de Rayden (grandísimo poeta inconformista), cuando noto movimiento: una chica dos personas por detrás se había caído al suelo por el calor y yo, embelesada con cada una de tus palabras resonando en mi cabeza a la vez que te leía, no me entero hasta que percibo ajetreo detrás. Nos ponemos a socorrerla, y te llaman. Preocupado por tu fan, paras tu firma de libros para interesarte por ella y ofrecer tu ayuda. ¡Te tengo hombro con hombro! No puedo creérmelo, contemplando tus rizos tan de cerca y tu camisa de cuadros, no pudiendo salir de mi asombro. Te muestras muy cercano, sin ningún tipo de superioridad, como si no movieras montones de gente y fueras uno más. Reanudas tu firma, de nuevo, cuando llega la ambulancia, te acercas a la afectada para verla: todo un sin fin de gestos.

Y eso es lo que tu eres : MAGIA. Me has hecho descubrir y plantearme infinidad de aspectos de mi vida. Comprender que no soy rara en eso que todos buscamos al final y, que se puede soñar despierto. Mantengo la esperanza de un futuro mejor, gracias a ti, a tus canciones y poemas que son aliento fresco y me han ayudado a abrir los ojos. Y me viene a la cabeza una de tus frases que tanto me digo: " ser feliz es entender que éste es el mejor momento"
Termino diciendo... UN DÍA DE ESTOS... y... HOY VOY A SER FELIZ Y VOY A SONREÍR...
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