jueves, 4 de agosto de 2016

Superando miedos, mejorando como persona

Hace escasos días llegué de lo que ha sido toda una nueva experiencia que se ha guardado en mi interior.

He de decir que todo comenzó de la forma más loca, cuando una amiga me dijo medio en serio medio broma:" JMJ en Polonia, ¿vamos?" -¡Vamos! La emoción ya estaba sembrada. 

Los días previos, tocaba realizar compras de última hora, preparar la maleta, volver a rehacerla ( en realidad no recuerdo la cantidad de veces que realicé este proceso). No se podía dejar ningún cabo suelto. 

Y llegó el día del embarque. Primera prueba a superar. Separada de mis compañeras de aventura en el avión, con pastilla en mano (o en estómago más bien ya).  Preparadas para la aventura. 

Los días en Berlín fueron cortos pero muy intensos. Desde el comienzo en un hostal equivocado, con cervezas para  encajar la situación a las 11 de la noche en un país extranjero. Luego también estaba equivocado el hotel reservado a la vuelta, lo que hizo de la primera noche, un momento insuperable de risas. A pesar de las equivocaciones, el nuevo lugar aunque más apartado del centro, tenía la estación a 2 minutos y además unos puestos de frutas espectaculares. "Muchas dichas" se resumen estos días. Muchas caminatas para conocer todos los rincones y muchas cervezas para hidratarse. Compaginamos ese kilo de patatas cocidas del supermercado imposible de tomar más de dos cucharadas con comida india. Me dio pena que el muro artístico estuviera cubierto con vallas, porque impedía realizar bien las fotos con los archiconocidas pinturas. 

Cogimos un Polskibus junto con otros compañeros, que nos llevara a Wroclaw (no se pronunciarlo), donde pasamos la noche. Yo con la maleta rota y resonando a las 12 de la noche como una barra de metal arrastrada por el suelo. Dormimos todos como buenos hermanos en una habitación y a la mañana siguiente, después de desayunar como reyes por 2 euros, nos reunimos con el resto del grupo que había llegado de madrugada. Esta parte del grupo que se añadía era prácticamente desconocida. Solo había visto, que ni siquiera hablado, a algunos en una reunión previa al viaje y a otros muchos, ni eso.  

Cogimos un bus para estar los días de diócesis en un pueblo llamado Bielawa. Todavía no sabíamos si íbamos a dormir en la parroquia o nos acogerían familias. Ya desde el primer momento fue todo acogido y servicio por el prójimo. Al final, Dios provee y nos dividimos en familias. 

Todas eran tremendamente entrañables y daban todo de ellos. La mía en concreto, era insuperable. No pude tener más suerte. Nada más vernos, nos recibió nuestra mamá polaca con un pedazo abrazo que de esos que dejan huella en tu interior. Yola, nuestra mamá no hablaba inglés, pero gracias a nuestras magníficas hermanas gemelas, que la traducían todo, nos podíamos comunicar. Si no, siempre quedaba el idioma internacional: una sonrisa. Todas las palabras que diga sobre lo afortunadas que fuimos al estar en su casa se quedan cortas. Me sentí como una más, con ganas de pasar tiempo con ellos. Teníamos que tener cuidado porque era tanto su esfuerzo por agradarnos en todo, que cualquier cosa que comentabas que tomabas en España te lo compraban para que te sintieras como en casa. Y así fue. 

Pero además todos los voluntarios, que raro era si alguno superaba la mayoría de edad, se desvivieron por nosotros. Nos tenían preparados un montón de actividades y en cada lugar de visita contábamos con bebida, fruta y pasteles típicos. Empezaron a  crecer también grandes vínculos de amistad. Es increíble cómo con todo lo que hacían por nosotros, bastaba con una simple palabra en polaco para que ellos fueran felices. No estaba compensado esto: un montón de cariño por un simple"prosze".

En Chrzanów, el Toledo de Cracovia (impronunciable como todos) también fuimos acogidos en familias. Otra providencia: de pensar tener que dormir en el suelo 12 días, al final solo es 1. El transporte para llegar a Cracovia era un poco caótico, pero una vez en el parque donde se realizaban los actos se te olvidaba todo ese mal sufrido debido al buen ambiente que se vivía allí con la multitud de peregrinos llegados de todas partes. Una vez más, los voluntarios obtenían el broche de oro, facilitándonos la estancia en su parroquia y acompañándonos a los lugares. La visita de Francisco, que pasara a escasos metros de donde estábamos sin planearlo... sin palabras. Tuvimos que andar durante horas bajo pleno sol, incluso con heridas, sin comer... pero sin ninguna duda, mereció la pena. Pedid y se os dará: esas casualidades de desear lluvia y chaparrón a la vista,  o encontrarte de imprevisto con las personas que habías vivido los días previos y que pensabas que ya no verías. Y como estas, muchas otras "coincidencias". 


Resumen de la crónica

Me siento muy agradecida por este viaje, por cada una de las personas con las que he compartido esta locura ( no pongo nombres porque entonces se convertiría casi en libro por su extensión) . Me llevo muchos recuerdos, los más básicos como una sonrisa, un abrazo o un beso inesperado son los que llenan mi alma de una bendición infinita. No podría dejar de dar gracias por las palabras y consejos recibidos, incluso de personas conocidas en este viaje y que han dejado huella en mi. Por la familia que hemos formado. Llegamos siendo dos grupos desconocidos y con los días sentí como nos convertíamos en uno solo: GUAFA. Compartiendo momentos y risas como con total complicidad (como el beso-placaje, el cual me voy a entrenar para la próxima vez ser como las magníficas luchadoras )

Little Twins, I have said it to you several times: I really appreciate  everything you've done for us, all the love received. From the first hug to the blessing recieved from our polish mum last day. There are no words to describe how lucky we were to meet you. You now that you are really welcome to visit m
Madrid, that you have 3 houses waiting for ou. You can count wit me wherever you need, as an older sister. I hope God always bless you and never fail to be so incredible and charming as you are. I had seen God through you and i have felt very loved. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario